Características de los tipos de
personalidad y el proceso de duelo
Personalidad paranoide
La
personalidad paranoide se caracteriza por la desconfianza que lleva a malinterpretar maliciosamente las intenciones
y acciones de los demás. Suelen estar alerta de todo lo que los demás hacen o
dicen, interpretándolo negativamente.
Es
difícil que se relajen en presencia de otras personas, generalmente están tensos
sintiéndose en un mundo amenazante. Tienden a la soledad, la falta de confianza
la trasmiten a los demás y se crea una mutua sensación de desconfianza que les
refuerza su conducta inicial.
Son
fríos, distantes, interesados y artificiales. Tienen actitudes racionales y
calculadoras. Es difícil que los demás se encariñen con ellos y esto refuerza
su actitud hostil del mundo.
Tienen
poco sentido del humor, si alguien les hace una broma la toman negativamente.
Suelen tener un concepto demasiado práctico y funcional de las cosas, a lo
estético no le dan mucha importancia. Creen que los demás están tratan de
hacerle daño constantemente.
Las
características generales son:
1. Sin tener bases, sospechan que los demás los explotan,
dañan o engañan.
2. Se preocupan injustificadamente sobre la lealtad y
confianza de los demás.
3. Les cuesta trabajo comprender que los demás se equivocan.
4. No pueden confiar en los demás debido a un miedo
injustificado de que la información se utilice maliciosamente en su contra.
5. Creen ver significados ocultos degradantes o amenazantes
en comentarios o acontecimientos positivos.
6. Guardan resentimiento de manera persistente.
7. Se perciben constantemente atacados por los demás y
reaccionan con enfado.
8. Sospechas constantes e injustificadas sobre la fidelidad
de sus parejas.
9. Aparentan ser fríos, para evitar que los demás reconozcan
sus puntos débiles y ser dañados.
10. Tienen escazas relaciones sociales.
11. Suelen provocar rechazo en los demás, debido a su
comportamiento hostil.
12. Son independientes, no les gusta que otros se ocupen de
sus asuntos.
Elaboración
de duelo
Es
poco probable que el sujeto busque ayuda profesional, debido a su desconfianza.
Son introvertidos, es difícil que expresen sus sentimientos esto podría
dificultar el proceso de duelo. Su independencia los lleva a no tener grades apegos
emocionales. Es posible que esto altere su percepción acerca de la muerte y se
sientan demasiado vulnerables a morir, construyendo ideas amenazantes sobre su
muerte y los que los rodean. Son muy
racionales y esto puede llevarlos a no asimilar el proceso de muerte
completamente.
Personalidad esquizoide
Se
caracteriza por la dificultad para las relaciones sociales, ausencia de
sentimientos cálidos e indiferencia a la valoración y sentimientos ajenos. Esta
carencia de emociones lleva a una actitud muy poco sociable, no tienen el deseo
de relacionarse interpersonalmente. Carecen de asertividad y empatía.
Son
sujetos descritos como retraídos o aislados. Su ámbito afectivo es restringido
y carecen de reacciones emocionales fuertes. Su vida está organizada para
evitar el contacto personal, sus intereses son solitarios. Se perciben a sí
mismos más como observadores que como participantes del mundo.
Tienen
sentimientos de inferioridad o de llevar una vida mediocre. Son autosuficientes
pero muy poco competitivos. Es frecuente que sus intereses vayan encaminados a
la espiritual, religioso o esotérico.
Las
características generales son:
1. No quiere ni disfruta de las relaciones estrechas,
incluidas las familiares.
2. Casi siempre elige actividades solitarias.
3. Pocas veces –o nunca– parece experimentar emociones como
la ira o la alegría.
4. Suele manifestar poco o ningún deseo de tener
experiencias sexuales con otra persona.
5. Es indiferente al elogio y la crítica de los demás.
6. Raramente tiene amigos íntimos o confidentes que no sean
parientes de primer grado.
7. Presenta afectos restringidos y pocas veces responde a
gestos o a expresiones faciales como la sonrisa o la inclinación de cabeza.
Elaboración
de duelo
Es
difícil que busquen ayuda debido a su falta de contacto social. Son fríos
emocionalmente. Es probable que por la carencia de reacciones emocionales, no
exprese sus sentimientos por la pérdida.
No
tendrá red de apoyo debido a su falta de deseo de relacionarse con los demás,
las actividades solitarias que realiza lo pueden llevar a aumentar los
sentimientos de inferioridad y llegar a presentar una depresión.
Tal
vez no se vea muy involucrado en el proceso de pérdida, y se aparte aún más de
la sociedad después de que suceda. Pueden ayudar al proceso sus intereses
espirituales y religiosos.
Personalidad esquizotípica
Se
caracteriza por anormalidades del pensamiento, de la percepción, de la conducta
y del lenguaje sin reunir los criterios de la esquizofrenia. Son inestables
emocionalmente.
Son
sujetos que tienen tendencia a la fantasía y a desarrollar un pensamiento
mágico. Creen en las supersticiones, capacidades extrasensoriales y fenómenos
paranormales. Consideran que ellos mismos u otras personas tienen un “sexto
sentido” y cuentan con capacidades especiales telepáticas, premonitorias,
perceptivas, adivinatorias, etc. Es frecuente que padezcan ilusiones
sensoperceptivas.
A
veces presentan despersonalización, se notan a sí mismos como diferentes y
difíciles de reconocer. También es frecuente la desrealización, sienten que el
entorno es extraño y diferente, ven la realidad cambiada.
Hacen
interpretaciones inadecuadas o delirantes de percepciones o sucesos normales,
los consideran como especiales con un significado particular relacionado con su
pensamiento mágico. Consideran que los demás los acosan, los persiguen, los
manipulan o le transmiten un mensaje de un modo simbólico.
Tienen
ideas de tipo autorreferencial, piensan que todo gira en torno a ellos. Hay
desconfianza, sospecha y suspicacia. En sus relaciones sociales tienen
problemas, son muy susceptibles a comentarios, criticas o conductas de los demás,
sean reales o imaginarias.
Son
personas frías y distantes con pocas habilidades sociales y de comunicación. Su
lenguaje es vago, extraño y metafórico, es difícil que otros se sintonicen con
ellos. Generalmente viven en un aislamiento social o se integran a pequeños
grupos que aceptan las alteraciones de pensamiento y sensopercepción.
Frecuentemente
presentan ansiedad, irritabilidad y alteraciones del estado de ánimo,
frecuentemente depresivos.
Las
características generales son:
1. Pensamiento mágico.
2. Tendencia a la fantasía.
3. Ilusiones y errores sensoperceptivos.
4. Interpretaciones inadecuadas de sucesos normales.
5. Dificultades en las relaciones sociales.
6. Comunicación verbal peculiar. Frialdad y distanciamiento
afectivo.
7. Despersonalización y desrealización.
Elaboración
de duelo
Para
estos sujetos es difícil estabilizar sus emociones, ante una pérdida se les
dificultaría expresarlas. Presentan un distanciamiento afectivo y el
significado que le darían a la pérdida tendría que ver con otros intereses, no
tanto con la parte emocional.
La
tendencia al pensamiento mágico los puede llevar a crear ideas falsas acerca de
la pérdida, dándole un significado especifico. Pueden hacer interpretaciones
inadecuadas o delirantes del suceso, refugiándose en la fantasía. Pueden
comenzar a desarrollar su “sexto sentido”, por ejemplo. Es probable que crean que la pérdida se dio
por su culpa y crearse ideas fantasiosas.
Son
personas frías y distantes, no tienen demasiadas habilidades de comunicación,
lo que dificultara la red de apoyo. Pero si forma parte de un grupo, le puede
ayudar.
Personalidad dependiente
Se
caracteriza por dejar a los demás las decisiones y responsabilidades propias.
Hay un retraimiento social no deseado y baja autoestima. Son sujetos con una
excesiva y generalizada necesidad de ser cuidados que conduce a una conducta
sumida y dependiente, temiendo ser abanados.
Se
perciben a sí mismos como inadecuados y desvalidos, sintiéndose incapaces de enfrentarse
solos al mundo. El mundo es un lugar frío y solitario donde manejarse uno solo
es imposible. Reclaman la constante presencia de otra persona.
Se
caracterizan por ser pasivos, sumisos y dóciles. Tratan constantemente de
agradar al otro para no ser abandonadas, la asertividad y la confrontación con
el otro están excluidas de su repertorio conductual. Prefieren la armonía en
sus relaciones, cuando se producen desacuerdos tienden a disculparse
inmediatamente, incluso sin tener la culpa.
Sus
gestos, voz y amaneramientos ocultan una gran falta de confianza en sí mismos,
pueden hablar tan suavemente que ni siquiera se les oiga. A veces se vuelven
infantiles para atraer el cuidado de los demás.
Son
personas ingenuas, confiadas en los demás, su actitud es muy ingenua a la hora
de enfrentarse a las dificultades interpersonales, quitando importancia a los
problemas y suavizando las situaciones perturbadoras.
Pueden
abrumar al otro con sus demandas, volviéndose vulnerables al abandono. Exigen
activamente que se les acompañe a cualquier sitio al que acuden.
Renuentes
a tomar decisiones cotidianas a menos que cuentes con el consejo y apoyo
de otras personas. Prefieren que los demás tomen las decisiones importantes por
ellas.
Suelen
estar de acuerdo con todo el mundo, independientemente de lo que ellos opinen.
Prefieren estar de acuerdo con los demás que discrepar para evitar conflictos.
Se
preocupan por los demás en exceso, y anteponen la felicidad de los demás a la
suya para evitar perderlos. Siempre están ayudando y dando y se comprometen
intensamente en las relaciones con los demás. Viven su vida a través de los
demás, son sujetos cálidos, tiernos y muy considerados.
Les
cuesta iniciar proyectos o hacer cosas por ellos mismos. Piden consejos
continuamente y se unen a personas que percibe como competentes para que les
ofrezcan su ayuda y les orienten.
Si
se muestran competentes es fácil que los demás les obliguen a dirigir su vida y
esto les asusta. Prefieren que las cosas continúen como siempre y estar en una
“eterna niñez”.
Su
malestar es muy intenso cuando están solos, pasan por situaciones indeseables
con tal de tener la compañía del otro. Piensan que sin el apoyo de los demás
están perdidos, se encierran en sí mismos y se vuelven tensos, tristes y
abatidos.
Se
sienten fácilmente heridos por la crítica y la desaprobación de los demás. Carecen
de autoconfianza, no confían en sus posibilidades a la hora de solucionar
problemas.
Si
las relaciones corren peligro, se vuelven terriblemente conciliadores y se
sacrifican en exceso, dando pié a que se abuse de ellos. Dan la impresión de
ser débiles y de que la fortaleza es del otro.
Cuando una relación termina se sienten desvalidos y desesperados, su
única alternativa es encontrar a otra persona de la que puedan depender.
Elaboración
de duelo
Para
estos sujetos la pérdida puede llevarlos a una depresión, dependiendo de lo que
se haya perdido.
Este
hecho los haría sentir abandonados y tratarían de encontrar a alguien
rápidamente que ocupe el lugar de esa pérdida, sin elaborar completamente el
proceso de duelo. Es probable que se quede con muchas culpas y se culpe, de
alguna u otra manera, por el suceso.
Se
pueden volver más infantiles para atraer excesivos cuidados de los demás y esto
los lleva a compensar la ansiedad ante la pérdida. La dificultad para
enfrentarse a los problemas los puede llevar a una larga etapa de negación.
Personalidad narcisista
Se
caracteriza por sentimientos de grandiosidad. Ante las críticas, reaccionan con
sentimientos de rabia, vergüenza o humillación, aunque a veces pueden no
expresarlos.
Son
sujetos que se consideran especiales, mejores y más importantes que los demás y
exageran sus logros y sus talentos. Esperan que los demás se den cuenta de su
importancia y los elogien y admiren. Suelen reclamar constantemente la atención
y admiración de los demás. Pasan mucho tiempo hablando de sí mismos, de sus
logros, habilidades, conexiones especiales, o posesiones y tiende a quejarse de
los defectos de los demás.
Consideran
que tiene más derechos que los demás y que deben ser tratados de modo especial
en todo momento y por parte de cualquier persona.
Su
hipersensibilidad ante lo que puedan opinar los demás, los lleva a estar muy
pendientes tanto de los elogios como de las críticas. Las críticas los afectan
demasiado, sienten incertidumbre y necesitan continuamente confirmar su
superioridad buscando los elogios de los demás. Cuando miran al futuro, se ven
a sí mismos realizando fantasías grandiosas.
Su
aspecto suele ser muy cuidado y dedican una atención continua a su ropa, su
cabello y su apariencia general. Los pequeños defectos físicos hacen que
reaccionen de una manera exagerada.
Las características
generales son:
1. Egocentrismo.
2. Autoimportancia y autoidealización.
3. Necesidad de admiración.
4. Necesidad de originalidad.
5. Afán de fascinación.
6. Inestabilidad emocional.
7. Incapacidad afectiva.
8. Falta de naturalidad y espontaneidad.
9. Exagerada tendencia a la fantasía.
10. Despreocupación por los intereses de los demás.
11. Alteraciones de la psicosexualidad.
Elaboración
de duelo
Ante
una pérdida, estos sujetos podrían intensificar la necesidad de que los demás
se preocupen por sus carencias. Debido a su baja autoestima, es probable que se
sientan abandonados y esto los lleve a una depresión o hipocondría. Ante la
frustración tal vez exija mayormente que sus necesidades sean cumplidas.
Los
sujetos pueden realizar acciones peligrosas que lo lleven a mitigar sus
sentimientos, buscan experiencias de satisfacción sustitutiva para compensar
sentimientos de angustia y estados displacenteros.
Personalidad antisocial
Se presenta una conducta antisocial continua y crónica. Se
caracteriza fundamentalmente por la agresividad, la tendencia a comportamientos
impulsivos o explosivos y por dificultades de adaptación e integración social.
Lo
habitual es que estas personas hayan presentado ya ciertas características
específicas durante su infancia. Han sido niños rebeldes, crueles, mentirosos,
vagos, propensos a las riñas y peleas, a la delincuencia juvenil, al vandalismo
y consumo de alcohol y drogas. Cuando se integran dentro de grupos de jóvenes
estos son marginales, sub o contraculturales. Desarrollan en grupo conductas
delictivas y antisociales.
Son
muy frecuentes las disputas y problemas escolares, tanto referidos a los
compañeros como a los profesores, y su intolerancia a la disciplina del centro
académico ya que son incapaces de asumir y respetar las normas de la escuela,
no estudian y a menudo faltan a clase. Cambian frecuentemente de colegio y su
nivel educativo suele ser deficiente, a pesar de que la gran mayoría de los
casos su inteligencia no es inferior a la normal.
Se
da con más frecuencia entre los varones, especialmente si viven en un ambiente
familiar inestable o marginal, en el que se les presta poca atención,
vigilancia o cariño, se hace demasiada vida de calle o reciben malos tratos por
parte de los padres.
Se
trata también de una alteración común en niños sobreprotegidos y mimados de
familias en donde viven logrando de inmediato cualquier capricho, siendo
educados con una excesiva liberalidad, tolerancia, casi sin ningún tipo de
disciplina.
Las
familias o ambientes en los que existe un clima de falta de disciplina
personal, de interés por el juego, en los que se valora más lo obtenido sin esfuerzo,
el engaño en provecho propio, los comportamientos aprovechados, la picaresca
infantil, etc., también facilita que el niño vaya desarrollando una
personalidad antisocial.
Con
el paso de los años, se añade una incapacidad para mantener un rendimiento
laboral aceptable por absentismo laboral excesivo e injustificado, y dificultad
de adaptación a las obligaciones, normas y responsabilidades de cualquier
puesto de trabajo. Como consecuencia, les despiden o abandonan ellos mismos el
empleo, aunque necesiten los ingresos que les proporcionan y no tengan otra
oferta mejor. Estos cambios laborales, alternan con periodos prolongados o
definidos en que no se realiza ninguna actividad.
No
son capaces de abordar adecuadamente otras responsabilidades propias de la edad
adulta. Son personas impulsivas e imprudentes, más que por desprecio de riesgo,
por no tener plena conciencia del mismo.
Pueden
gastarse en caprichos personales o en el juego dinero imprescindible para la
subsistencia elemental de la familia. Tienen una marcada tendencia a contraer
deudas que después no satisfacen y a no asumir sus obligaciones financieras. El
alcoholismo o la drogadicción pueden tomar un curso crónico, y con facilidad
caen en el tráfico de drogas.
Su
carácter impulsivo y agresivo les conduce a numerosas disputas y peleas, tanto
con personas desconocidas como con sus familiares y seres más próximos.
Esta
agresividad se puede dirigir a veces hacia sí mismos, conduciéndoles a realizar
actos autolesivos violentos de forma impulsiva, aunque estos no suelen ser tan
graves como para causarles la muerte.
En
el plano afectivo, estas personas no están capacitadas para dar y recibir
cariño, por lo que no consiguen, ni intentan, mantener durante un mínimo de
tiempo relaciones íntimas, cálidas y responsables. Si se casan, al cabo de poco
tiempo suele producirse el divorcio o la separación. Curiosamente, no es raro
que su pareja tenga a su vez, un trastorno de la personalidad, o una
personalidad histérica.
La
mayoría de estas personas han tenido sus primeras relaciones sexuales a edades
muy precoces, estando su psicosexualidad generalmente alterada. Abundan entre
ellos las conductas sexuales promiscuas, la prostitución, y la homosexualidad o
bisexualidad. También son más comunes entre ellos el estupro, el incesto y las
desviaciones sexuales, particularmente el sadismo sexual, y los delitos
sexuales que implican agresividad, como, por ejemplo, la violación.
Las
características son:
1. Carácter irritable, agresivo y explosivo.
2. Ausencia de
adecuada planificación en asuntos importantes.
3. Dificultades en el autocontrol de los impulsos.
4. Dificultad para dar y recibir afecto.
5. Ausencia de sentimientos de culpa y remordimiento.
6. Egoísmo. Despreocupación, desinterés por los demás.
7. Inestabilidad laboral y afectiva.
8. Dificultades de adaptación e integración social.
9. Desprecio por las normas sociales comúnmente admitidas.
10. Conductas delictivas y antisociales.
11. Consumo de alcohol y drogas. Tráfico de drogas.
12. Incapacidad para asumir obligaciones y responsabilidades.
13. Conductas imprudentes y de riesgo.
14. Desprecio de la verdad. Mentiras y engaños en provecho
personal.
15. Promiscuidad sexual. Prostitución.
16. Homosexualidad. Bisexualidad. Desviaciones sexuales.
Delitos sexuales.
Elaboración
de duelo
Son
sujetos con incapacidad para dar y recibir afecto, por lo tanto no hay apegos
grandes. No hay interés por las demás personas, son muy egoístas y piensas que
lo que les pase a los demás es porque se lo merecen. Para ellos las cosas
“simplemente suceden” y no hay sensación de remordimiento o culpa. La sociedad
les parece hostil y es probable que ante una pérdida, el sujeto busque a algún
culpable y trate de afectarlo de alguna manera. Buscará a alguien más para que
asuma las obligaciones y evitarse responsabilidades. Son fríos emocionalmente y
tiene un sentido incorrecto de la propiedad, para ellos nunca se posee nada; es
probable que no vean una pérdida como propia.
Estos
sujetos no terminan proyectos, el proceso de duelo puede ser lento. Los grupos
de autoayuda no les sirven.
Personalidad pasiva – agresiva
Se
caracteriza por una actitud pasiva, particularmente, en lo que se refiere en
las obligaciones esenciales que cualquier persona tiene que asumir en la vida.
El
término agresivo hace referencia a la agresión encubierta que subyace generalmente
en estas personas, la expresan indirectamente a través de su resistencia a
colaborar o cumplir un papel dentro de su familia o de la sociedad. No
obstante, no se suele evidenciar abiertamente esta conexión entre su pasividad
y un auténtico resentimiento hacia determinadas personas o hacia la sociedad en
general.
Son
personas apáticas, dan la impresión de que nada les interesa. Cuando sus padres
o los responsables en el trabajo les exigen que hagan la tarea que les han
encomendado o que cumplan unas labores elementales, suelen reaccionar con
irritabilidad, para continuar en la misma actitud que antes.
Son
lentos, torpes, ineficaces. Pierden el tiempo, a veces deliberadamente, con el
fin de irritar a los demás o de evitar que se les vuelva a encomendar esa
tarea. Si se les recrimina, se asombran y se enfadan, piensan que hacen las
cosas mucho mejor de lo que los demás dicen.
Desprecian
la postura de autoridad, aunque estas sean completamente razonables. Critican a
los que les exigen o amonestan, entre burlas abiertas o a su espalda.
Carecen
de sentido de la responsabilidad. Se pueden olvidar de tareas importantes,
retrasarse y hacer las cosas fuera de plazo, etc. Generalmente tienden a
aplazar cualquier actividad que no les resulta grata, y si lo hacen es a costa
de un gran esfuerzo. Su falta de constancia y voluntad, unida a estos
comportamientos irresponsables, hacen que tengan graves problemas escolares y
laborales, hasta el punto que no son capaces de terminar los estudios o de
mantener un puesto de trabajo.
Son
conscientes de los problemas que por su actitud, pueden tener en el futuro,
siendo pesimistas en lo que a este se refiere; a pesar de lo cual y de los
buenos consejos que les suelen dar las personas más allegadas, continúan con el
mismo proceder.
Lo
más común es que no sean capaces de mantener una independencia social y sobre
todo económica, viviendo generalmente, a costa de otros. Organizan su vida
estableciendo dependencias de otras personas o instituciones.
Su
falta de actividad, su apatía y desinterés por casi todo, su progresiva
inadaptación social y laboral, su profunda insatisfacción, etc, hacen que
recurran con frecuencia a las drogas o al abuso del alcohol. Muchas de estas
personas terminan convirtiéndose en alcohólicas o drogadictas. También son
frecuentes entre ellos las depresiones.
Características
de la personalidad pasiva agresiva:
1. Desinterés y falta de estímulos.
2. Apatía y pasividad.
3. Ineficacia laboral y social, a veces intencionada.
4. Tendencia a aplazar cualquier tarea u obligación.
5. Frecuentes pérdidas de tiempo.
6. Irresponsabilidad.
7. Tozudez.
8. Olvido, a veces intencionado, de las tareas encomendadas.
9. Excesiva dependencia de otras personas.
10. Escasa receptividad hacia opiniones de los demás.
11. Irritabilidad.
12. Incapacidad o negativismo para asumir obligaciones.
13. Resentimiento o desprecio hacia personas con más
autoridad.
Elaboración
de duelo
Es
posible que los sujetos tomen el papel de alguien que sufre demasiado ante la
pérdida. Recordando las cosas maravillosas del pasado vividas junto a ese
objeto pero a la vez, enfrentado una necesidad de desvalorizarlo para encontrar
la justificación.
Buscarán
a alguien que asuma sus obligaciones esenciales, tomando una actitud pasiva. Su
dependencia aumentará, esperanto que alguien tome el papel de cuidador. Es
probable que se aparten de la gente, que eviten el contacto para demostrar su
actitud agresiva. No evidenciara sus emociones ante la pérdida, como si nada
les interesara y se mostrarán de una manera muy apática.
Pueden
recurrir al uso de drogas como una manera de aliviarse a sí mismos evitando
mostrar sus emociones a los demás, agrediéndose a él mismo con el fin de
agredir a la sociedad. Es probable que muestren una mayor apatía y pasividad,
hasta llegar a una depresión.
Personalidad histriónica
Se
caracteriza precisamente por esta tendencia a la teatralidad, que procede de
una exagerada necesidad de ser admirado y estimado por los otros. Presentan una
conducta reactiva, expresada intensamente. Egocentrismo y manipulación de los
demás.
Tienden
a llamar la atención de los demás en sus opiniones, en su forma de vestir, de
comportarse, exagerando sus sentimientos, perdiendo el autocontrol, etc. Dan la
impresión de estar representando un papel, aunque generalmente lo hagan de
forma inconsciente.
Les
aburre y desespera lo rutinario, todo lo que suponga monotonía. Tienen un
exagerado afán de novedades que les sirvan para sentir la vida profundamente,
para vivir intensamente, sobre todo en el terreno amoroso y afectivo. Se
muestran muy activos en la búsqueda de experiencias novedosas, excitantes,
diferentes.
Odian
lo normal, lo interpretan siempre como vulgar y valoran como aburrido y
despreciable. Su profundo egocentrismo les lleva siempre hacia lo raro, lo
diferente, lo inaudito, de este modo pueden atraer sobre sí la atención de los
otros, y sentirse distintos, lo que para ellos equivale a decir superiores,
geniales.
Son
muy dados a las fantasías, a soñar despiertos, a intentar vivir una vida de
novela. Este uso exagerado e inadecuado de la imaginación, en forma de evasión
o para realizar deseos insatisfechos o inalcanzables, les aleja paulatinamente de
la realidad, conduciéndoles a un mundo privado y distante, desde el cual la
realidad siempre resulta insuficiente. Suelen ser grandes insatisfechos.
Pueden
ser personas muy creativas, pero no en el aspecto intelectual. Su creación se
encamina más al terreno artístico, particularmente en los campos donde resulta
importante la expresión artística. Sus planteamientos son más intuitivos,
afectivos, inspirados, que intelectuales, reflexivos, razonados.
Suelen
ser muy sugestionables e influenciables, en las que los argumentos afectivos
dominan a los racionales. Metafóricamente, se podría decir que su corazón
domina su cerebro.
En
sus relaciones con las personas desconocidas o con las que tienen poca
confianza suelen mostrarse atentos, agradables, cálidos, encantadores,
aduladores y seductores, aunque se percibe en ellos la inautenticidad. Pretenden
agradar y recibir de este modo una aprobación y alta valoración de los otros,
lo cual les resulta imprescindible para incrementar la imagen que tienen de sí
mismos, su autoestima.
Buscan
y agradecen siempre los halagos de los demás, soportando muy mal sus críticas,
a pesar de que digan frecuentemente que no les importan lo más mínimo las
opiniones ajenas. Muestran hipersensibilidad emocional y afectiva que procede
de una profunda inseguridad en sí mismos.
Les
resulta fácil idealizar rápidamente a algunas personas que acaban de conocer,
aunque al cabo de poco tiempo, por un pequeño detalle, se ven profundamente
decepcionados por éstas, pasando de una exagerada idealización a la
infravaloración más cruel y despiadada.
Con
las personas de la familia o de más confianza, son vanidosos, caprichosos,
desconsiderados, exigentes, despectivos, hirientes, a veces crueles en sus
comentarios. Tienden a culpar siempre a otros de sus frustraciones o problemas,
reaccionando frecuentemente con explosiones de ira irracional e injustificada.
Intentan
manipular a los demás en su beneficio, recurriendo a chantajes afectivos, entre
los que cabe destacar las amenazas o tentativas de suicidio.
Sus
relaciones humanas son superficiales, insanas, inestables, poco sinceras.
Culpan a los otros, a la sociedad, al mundo, a la mala suerte, incapaces de
admitir que el fallo está en su propio comportamiento, por lo que rara vez
rectifican.
Conduce,
en algunos casos, al abuso de alcohol o de otras drogas. Para compensar los
descensos bruscos del estado emocional que suelen padecer ante una frustración,
un comentario desfavorable de otras personas, etc. Pueden ser un refugio,
servir para aumentar la autoestima o aliviar los síntomas ansiosos o depresivos.
Principales
características de la personalidad histérica:
1. Tendencia a la teatralidad y al dramatismo.
2. Exagerada necesidad de estimación ajena.
3. Tendencia a llamar la atención.
4. Egocentrismo.
5. Hipersensibilidad emocional.
6. Predominio de lo afectivo sobre lo racional.
7. Tendencia a enfrascarse en fantasías.
8. Sugestionabilidad.
9. Excesiva dependencia de la opinión de los demás.
10. Escaso autocontrol emocional.
11. Tendencia a manipular a los demás y al chantaje afectivo.
12. Inestabilidad emocional.
Elaboración
de duelo
Es
posible que los sujetos pierdan el autocontrol ante una pérdida, exagerando la
situación debido a su necesidad excesiva de ser estimados por los demás. Se
refugiaran en la fantasía como forma de evasión ante la situación, alejándose
del el resto.
Su
hipersensibilidad emocional y afectiva les puede llevar a una depresión mayor,
tal vez busquen refugio en alguna sustancia. Es probable que tengan
sentimientos ambivalentes ante la pérdida, al idealizar a la persona la amará
pero al dejarlo abandonado, lo verán como alguien muy cruel y despiadado.
Buscaran a algún culpable y se volverán
exigentes con los otros, utilizando la pérdida como chantaje para poder manipularlos y bajar su ansiedad.
Personalidad por evitación
Se
caracteriza por una hipersensibilización al rechazo y a la humillación, retraimiento
social no deseado y baja autoestima.
Los
sujetos se valoran muy poco a sí mismos y tienen una sensibilidad exagerada
frente a los comentarios y comportamientos de los otros, viviendo sucesos
triviales como agresiones o humillaciones que les resultan particularmente
insoportables y que les llenan de vergüenza y desasosiego interior, sintiéndose
indefensos u sin recursos psicológicos para lograr salir de este tipo de
situaciones, que les crean una gran ansiedad.
Tienden
a evitar todo tipo de reuniones sociales, por miedo a que en éstas no se les
vaya a prestar una atención suficiente, a quedar en ellas aislados o
avergonzados por cualquier motivo. Sin embargo, las relaciones sociales les
importan e interesan mucho, aunque no acuden a ellas ni no están seguros de que
recibirán suficientes muestras de afecto y aceptación social. Cuando es así, se
muestran particularmente felices y satisfechos.
Han
sufrido una o varias situaciones de intensa vergüenza, crítica o rechazo
social, durante la infancia o juventud, quedando estas personas, desde
entonces, especialmente sensibilizadas.
Cada
nueva relación social vivida como amenaza o fracaso, les supone una sobrecarga
de ansiedad y una devaluación de la idea de la propia valía, aumentando los
sentimientos de inferioridad y culpa, entre reproches exagerados e
injustificados, ya que suelen hacer referencia a comportamientos o errores
totalmente banales.
Las
características son:
1. Exagerado temor al rechazo social.
2. Baja autovaloración y autoestima.
3. Excesiva dependencia de las actitudes de los demás.
4. Sobrevaloración de las relaciones sociales.
5. Tendencia desproporcionada a la autoinculpación.
Elaboración
de duelo
Es
probable que ante una pérdida, estos sujetos se aparten de la sociedad. Pero
pueden buscar a una persona para evitar sentirse aislados y tener a alguien que
les preste atención. Es probable que se enojen con el objeto perdido debido a
que “los abandonó”. Tal vez se sientan indefensos ante el hecho, creando una
gran ansiedad que les impida la elaboración de duelo.
Probablemente
se queden con muchas culpas y se reprochen continuamente. Se debe de formar una
red de apoyo y los grupos de auto ayuda les servirían.
La
pérdida les confirmará las ideas de un mundo amenazante y esto los llevara a
convertirse en personas más vulnerables, aumentado sus miedos.
Personalidad límite
Se
caracteriza por una inestabilidad en el estado de ánimo, en la identidad, en la
autoimagen y en la conducta interpersonal. Se presenta impulsividad,
agresividad, inestabilidad, y comportamientos anómalos e imprevisibles.
Los
sujetos actúan de un modo impulsivo, sin reflexionar, reaccionando en algunas
ocasiones con una cólera y una agresividad injustificadas e imprevisibles. Esta
agresividad pude estar dirigida contra los demás o contra sí mismos, siendo
frecuentes las automutilaciones o las tentativas de suicidio. La agresividad se
puede acompañar también de comportamientos masoquistas.
La
falta de autocontrol puede manifestarse también en forma de gastos inútiles y
desproporcionados, comer en exceso, o conductas arriesgadas sin finalidad.
Son
comunes los comportamientos antisociales o delictivos en forma de robos, venta
de drogas, prostitución, proxenetismo, etc.; y comportamientos sexuales
anómalos como promiscuidad, relaciones homosexuales (muchas veces, sin que
exista homosexualidad) y parafilias (desviaciones sexuales como paidofilia,
zoofilia, sadomasoquismo, etc.).
Cuando
se habla de sus comportamientos tienden a mentir, a negarlos o a intentar
justificarlos culpando a los demás. Sus relaciones afectivas son muy
inestables, caracterizadas por su intento de manipular a los demás en su propio
beneficio, por la dependencia que terminan estableciendo con ciertas personas y
por el paso brusco de la idealización a la devaluación de los demás. También
son muy inestables en el terreno laboral o escolar.
Suelen
sentirse permanentemente con una sensación de vacío interior y de aburrimiento,
que refleja una vida interior pobre, primaria y desajustada. No soportan la
soledad, necesitando estar continuamente acompañados por alguna
persona, aunque ésta no sea de su agrado. A estos sentimientos se
suele añadir una sensación de "despersonalización", es decir, de
notarse raros a sí mismos, cambiados, como si no se fuesen ellos mismos; junto
con desrealización, teniendo la impresión de que la realidad es distinta, extraña,
irreal, como si de repente se hubiese transformado.
Estas
sensaciones les conducen a abusar del alcohol o de las drogas, a veces de un
modo impulsivo, lo cual aumenta y agrava las complicaciones del trastorno. Es
frecuente que terminen alcohólicos o con alguna drogodependencia. Son comunes
entre ellos los trastornos depresivos y psicóticos, particularmente las
psicosis reactivas breves, muchas veces desencadenadas por el consumo de
drogas.
Las
características son:
1. Impulsividad.
2. Irritabilidad.
3. Auto y heteroagresividad.
4. Falta de sinceridad.
5. Despersonalización y desrealización.
6. Sentimientos permanentes de vacío y aburrimiento.
7. Intolerancia a la soledad.
8. Comportamientos imprevisibles e irresponsables.
9. Inestabilidad afectiva.
10. Inestabilidad laboral o escolar.
11. Excesiva dependencia.
12. Tendencia al abuso de alcohol y otras drogas.
13. Alteraciones sexuales.
Elaboración
de duelo
Ante
una pérdida, estos sujetos pueden mostrarse muy irritables y agresivos.
Probablemente busquen a un culpable, también se culparán a ellos y comenzaran a
castigarse con automutilaciones o cualquier acto masoquista.
Pueden
comenzar a comportarse compulsivamente, comiendo en exceso, comprando o
realizando cualquier actividad que no los haga enfrentar la realidad. Los comportamientos antisociales o delictivos
pueden aparecer si no hay contención. Probablemente busquen alivio con alcohol
y otras sustancias.
En
la etapa de negación puede aparecer la despersonalización y la desrealización. Puede
presentarse una depresión o un trastorno psicótico
Son
sujetos muy dependientes. Si pierden a alguien de quien depende, buscarán
pronto a otra persona para que puede hacerse cargo de ellos. Esta pérdida puede
remontarlos a estados de abandono vividos en la infancia.
Los
sentimientos de vacío interior aumentarán, mostrando su vida sin sentido. Corren el peligro de suicidarse ante los
sentimientos de ansiedad que le provoque la pérdida.
Personalidad obsesiva - compulsiva
Se
caracteriza por perfeccionismo, rigidez, indecisión, excesiva dedicación. Son
sujetos rígidos, perfeccionistas, moralistas, inflexibles, indecisos, emocional
y cognitivamente bloqueados.
Los
sujetos suelen ser demasiado perfeccionistas y meticulosos, perdiendo mucho tiempo
en detalles sin importancia. Se sienten mal si no dejan perfectamente concluida
una tarea, a pesar de saber que estos cuidados son innecesarios.
Generalmente
son ordenados, necesitando tener "todo en su sitio", ya que si no es
así se sienten ellos mismos intranquilos, como "desordenados por
dentro". Es común que estas personas vayan por la casa ordenando los
objetos, colocando bien los cuadros, etc.; soportando mal que algún objeto esté
fuera de la posición y lugar que "le corresponde". Paradójicamente, a
veces tienen sus cosas en completo desorden, debido a que aún no han podido
ordenarlas todas de un modo exhaustivo, ya que para lograrlo necesitan
cantidades sorprendentes de tiempo.
Son
muy dados a elaborar listas y proyectos de todo tipo, en un afán exagerado de
planificación y organización, hasta el punto de perder en actividades
innecesarias de este tipo una gran parte de su tiempo.
Esta
exagerada necesidad de planificación guarda relación con su inseguridad de
fondo. Intentan prever el futuro todo lo posible, con mucha antelación, para
así evitar posibles problemas o imprevistos, ya que suelen tener grandes
dificultades para adaptarse a estos y para la improvisación. No suelen soportar
que alguien intente introducir modificaciones en los planes que han trazado de
antemano, a pesar de que íntimamente consideren que estos cambios podrían ser
acertados.
Suelen
ser muy cumplidores y puntuales, prefiriendo llegar a los sitios con suficiente
antelación. Suelen estar sobreadaptados a las normas y a los convencionalismos
sociales, que respetan profundamente, convencidos de que es lo más correcto, y
atemorizados por lo que los demás podrían decir de ellos caso de no comportarse
así.
Evitan
a toda costa posibles salidas de tono, cuidando mucho de su aseo, peinado,
vestuario, etc., que suele ser discreta, extremadamente clásico y convencional.
Su comportamiento con las personas de poca confianza suele ser serio, educado,
correcto, respetuoso y con abundantes formalismos. Si alguien que les acompaña
incurre en alguna pequeña falta en este sentido, se sienten profundamente mal,
pasando una gran "vergüenza ajena", como si ellos se sintiesen un
poco responsables de lo sucedido.
Tienen
un exagerado sentido de la responsabilidad, agobiándoles por ese motivo las
tareas importantes que se les encomiendan, ya que, además, suelen tender a
culpabilizarse más de lo que les corresponde y a tener dificultades para tomar
decisiones, por un miedo exagerado a equivocarse. Les resulta difícil delegar
tareas o atribuciones en los otros. Temen que no sepan realizarlas
adecuadamente e insisten en que las lleven a cabo siguiendo su misma
sistemática.
Prefieren
hacer todo ellos personalmente, o a supervisar minuciosamente las tareas que
encargan a los otros, lo que les lleva a veces casi tanto tiempo como si las
hubiesen realizado ellos mismos.
Son
personas que pueden padecer una depresión como consecuencia de un ascenso
profesional que implique una mayor responsabilidad. Generalmente son buenos
"segundos", que cumplen de un modo leal y minucioso las tareas que
otros les encomiendan, pero suelen tener poca capacidad de iniciativa y
resolución como para poder ser líderes.
Suelen
ser, por esto, buenos trabajadores, tanto más si tenemos en cuenta que tienen
una gran, excesiva, devoción al trabajo y a la productividad. Se suelen sentir
mal si dejan una tarea a medias. Casi siempre prefieren aumentar el horario de
trabajo.
Son
incapaces de cometer engaños, fraudes o pequeños delitos. Son sujetos de
confianza, con un escrupuloso, incluso exagerado, sentido de lo ético, de
valores sociales, legales y morales. Si tienen creencias religiosas, suelen
tener frecuentes escrúpulos religiosos y dificultades con la confesión, ya que
piensan, injustificadamente, que no hicieron ésta correctamente.
Son
personas de pocos amigos y con poco interés por las relaciones sociales. No les
suelen gustar las diversiones comunes y son muy austeros en sus gastos y forma
de vida. Sus planteamientos se caracterizan por su rectitud, inflexibilidad e
intolerancia.
Su
trato suele ser distante, poco afectuoso, severo, convencional, formal,
excesivamente rígido, si bien en el fondo suelen ser extraordinariamente
sensibles para cuestiones de tipo afectivo con personas cuya relación tengan en
cierta consideración. Les resulta difícil mostrarse cariñosos y afectuosos.
Suelen ser muy exigentes consigo mismos y con los suyos en materia de
responsabilidades, aunque con tendencia a la sobreprotección de los hijos.
Les
cuesta mucho tirar objetos fuera de uso o inútiles, por lo que tienden a
acumular grandes cantidades de objetos absolutamente inservibles y sin valor de
ningún tipo.
Evitan
todo lo posible los gastos extraordinarios. Suelen ser poco generosos en sus
regalos o con el dinero en general, salvo que piensen obtener de este modo
alguna ganancia personal. Suelen ser ahorradores y previsores, en un intento de
asegurarse lo más posible su futuro, pero siempre dentro de un clima más bien
pesimista. Piensan en negativo, son los que siempre ponen "peros",
encuentran fallos, dificultades inesperadas, aunque éstas sean absolutamente
improbables.
Presentan
una gran dificultad para tomar decisiones. Con un pensamiento exageradamente
analítico, tienden a darle excesivas vueltas a las cosas, buscando todos los
pros y los contras de una decisión, hasta los más minuciosos e insignificantes,
con lo que llega un momento en que se confunden más, aumentando su inseguridad,
con lo que son incapaces de decidirse. Si lo hacen, inmediatamente después
piensan que han equivocado su elección.
Algunos,
a partir de Tellenbach, han considerado la personalidad obsesiva como la más
favorable para desarrollar una depresión. Se trataría, según ellos, de la
personalidad predepresiva. El pesimismo, la dificultad de adaptación a los
cambios y situaciones imprevistas, la falta de diversiones y "válvulas de
escape", su hipersensibilidad afectiva selectiva, la tensión que supone
para estas personas cualquier responsabilidad y la inseguridad que opera en el
trasfondo de su personalidad, etc.; hacen que padezcan con más facilidad un
cuadro depresivo, particularmente depresiones monopolares y neurosis
depresivas. No obstante, se ha comprobado que otros tipos
de depresiones, como las bipolares, guardan más relación con otros
modelos de personalidad.
Con
mucha frecuencia, este tipo de personalidad puede terminar en una neurosis
obsesiva-compulsiva. Esta se caracteriza fundamentalmente por la presencia de
ansiedad, junto con obsesiones y compulsiones.
Las
obsesiones consisten en ideas, pensamientos, imágenes, etc., extrañas y
absurdas, que acuden involuntariamente y con perseverancia a la mente de estas
personas, sin que puedan librarse de ellas. Es algo parecido a un fenómeno muy
común que le ha sucedido a casi todo el mundo en alguna ocasión, a esa canción
o fragmento musical que espontáneamente viene repetitivamente a la cabeza sin
motivo alguno y con insistencia.
El
contenido de las obsesiones suele ser desagradable, aunque a veces es indiferente.
Generalmente, su contenido molesta, incluso aterroriza a la persona que las
padece, como la idea de poseer una enfermedad incurable, de presentir una
desgracia, de dañar impulsivamente a un ser querido, de suicidarse,
pensamientos aberrantes en el terreno sexual o religioso, etc. Los contenidos
que pueden tener son extraordinariamente variados.
La
aparición de las obsesiones, produce en estas personas una mezcla de miedo y
desprecio hacia sí mismas que en ningún caso está justificado, ya que este tipo
de contenidos no significa que ellos puedan llegar a realizarlos, sino más bien
todo lo contrario, ya que son ideas ajenas, contrarias al "yo", que
están fuera de su intencionalidad y voluntad. En otros casos las obsesiones
tienen un contenido menos dramático, pero siempre torturan en mayor o menor
medida a quien las padece.
Las
compulsiones son conductas repetitivas e intencionadas que se utilizan como
solución para deshacerse de las obsesiones. Suelen tener un carácter absurdo y
mágico, que es perfectamente reconocido por el que las padece, a pesar de lo
cual le resulta muy difícil de dejar de realizarlas. Por ejemplo, ante la
presencia de ideas obsesivas obscenas, éstas se intentan eliminar mediante una
compulsión que consiste en toda una serie de movimientos rituales y
específicos.
Principales
características de la personalidad obsesiva:
1. Meticulosidad.
2. Perfeccionismo.
3. Escrupulosidad.
4. Descuido de lo fundamental por lo accesorio.
5. Excesivo afán por el orden.
6. Tendencia excesiva a la planificación y previsión.
7. Pesimismo.
8. Dificultad para adaptarse a situaciones nuevas.
1. Hiperadaptación social.
2. Tendencia a la autoacusación.
3. Hiperresponsabilidad.
4. Dificultad para delegar responsabilidades.
5. Estilo de vida austero.
6. Tendencia a la hipercrítica.
7. Severidad. Intolerancia. Inflexibilidad.
8. Alto nivel de exigencia.
9. Tendencia a pensamientos y análisis exhaustivos.
10. Inseguridad. Indecisión.
11. Trato correcto, pero frío y distante.
Elaboración
de duelo
Esta
personalidad probablemente es una de las se ve mayormente afectada ante una pérdida.
Quizá
los sujetos aumentarán notablemente sus obsesiones y compulsiones. Este hecho
los remontará al miedo a morir que se dio en la infancia, se sentirán completamente
vulnerables ante la muerte, de esta manera
también verán a la gente que los rodea.
Tendrán
preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida cotidiana. Las ideas
excesivas e irracionales los llevaran a tener un malestar significativo,
interfiriendo su rutina. El aumento de ansiedad será muy evidente, les impedirá
realizar una vida normal y es probable que necesiten que alguien se haga cargo
de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario