martes, 8 de octubre de 2013

Características de los tipos de personalidad y el proceso de duelo

Características de los tipos de personalidad y el proceso de duelo

Personalidad paranoide
La personalidad paranoide se caracteriza por la desconfianza que lleva a  malinterpretar maliciosamente las intenciones y acciones de los demás. Suelen estar alerta de todo lo que los demás hacen o dicen, interpretándolo negativamente.
Es difícil que se relajen en presencia de otras personas, generalmente están tensos sintiéndose en un mundo amenazante. Tienden a la soledad, la falta de confianza la trasmiten a los demás y se crea una mutua sensación de desconfianza que les refuerza su conducta inicial. 
Son fríos, distantes, interesados y artificiales. Tienen actitudes racionales y calculadoras. Es difícil que los demás se encariñen con ellos y esto refuerza su actitud hostil del mundo.
Tienen poco sentido del humor, si alguien les hace una broma la toman negativamente. Suelen tener un concepto demasiado práctico y funcional de las cosas, a lo estético no le dan mucha importancia. Creen que los demás están tratan de hacerle daño constantemente.
Las características generales son:
1.    Sin tener bases, sospechan que los demás los explotan, dañan o engañan.
2.    Se preocupan injustificadamente sobre la lealtad y confianza de los demás.
3.    Les cuesta trabajo comprender que los demás se equivocan.
4.    No pueden confiar en los demás debido a un miedo injustificado de que la información se utilice maliciosamente en su contra.
5.    Creen ver significados ocultos degradantes o amenazantes en comentarios o acontecimientos positivos.
6.    Guardan resentimiento de manera persistente.
7.    Se perciben constantemente atacados por los demás y reaccionan con enfado.
8.    Sospechas constantes e injustificadas sobre la fidelidad de sus parejas.
9.    Aparentan ser fríos, para evitar que los demás reconozcan sus puntos débiles y ser dañados.
10. Tienen escazas relaciones sociales.
11. Suelen provocar rechazo en los demás, debido a su comportamiento hostil.
12. Son independientes, no les gusta que otros se ocupen de sus asuntos.
Elaboración de duelo
Es poco probable que el sujeto busque ayuda profesional, debido a su desconfianza. Son introvertidos, es difícil que expresen sus sentimientos esto podría dificultar el proceso de duelo. Su independencia los lleva a no tener grades apegos emocionales. Es posible que esto altere su percepción acerca de la muerte y se sientan demasiado vulnerables a morir, construyendo ideas amenazantes sobre su muerte y los que los rodean.  Son muy racionales y esto puede llevarlos a no asimilar el proceso de muerte completamente.

Personalidad esquizoide
Se caracteriza por la dificultad para las relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos e indiferencia a la valoración y sentimientos ajenos. Esta carencia de emociones lleva a una actitud muy poco sociable, no tienen el deseo de relacionarse interpersonalmente. Carecen de asertividad y empatía. 
Son sujetos descritos como retraídos o aislados. Su ámbito afectivo es restringido y carecen de reacciones emocionales fuertes. Su vida está organizada para evitar el contacto personal, sus intereses son solitarios. Se perciben a sí mismos más como observadores que como participantes del mundo.
Tienen sentimientos de inferioridad o de llevar una vida mediocre. Son autosuficientes pero muy poco competitivos. Es frecuente que sus intereses vayan encaminados a la espiritual, religioso o esotérico.
Las características generales son:
1.    No quiere ni disfruta de las relaciones estrechas, incluidas las familiares.
2.    Casi siempre elige actividades solitarias.
3.    Pocas veces –o nunca– parece experimentar emociones como la ira o la alegría.
4.    Suele manifestar poco o ningún deseo de tener experiencias sexuales con otra persona.
5.    Es indiferente al elogio y la crítica de los demás.
6.    Raramente tiene amigos íntimos o confidentes que no sean parientes de primer grado.
7.    Presenta afectos restringidos y pocas veces responde a gestos o a expresiones faciales como la sonrisa o la inclinación de cabeza.

Elaboración de duelo
Es difícil que busquen ayuda debido a su falta de contacto social. Son fríos emocionalmente. Es probable que por la carencia de reacciones emocionales, no exprese sus sentimientos por la pérdida. 
No tendrá red de apoyo debido a su falta de deseo de relacionarse con los demás, las actividades solitarias que realiza lo pueden llevar a aumentar los sentimientos de inferioridad y llegar a presentar una depresión.
Tal vez no se vea muy involucrado en el proceso de pérdida, y se aparte aún más de la sociedad después de que suceda. Pueden ayudar al proceso sus intereses espirituales y religiosos.

Personalidad esquizotípica
Se caracteriza por anormalidades del pensamiento, de la percepción, de la conducta y del lenguaje sin reunir los criterios de la esquizofrenia. Son inestables emocionalmente. 
Son sujetos que tienen tendencia a la fantasía y a desarrollar un pensamiento mágico. Creen en las supersticiones, capacidades extrasensoriales y fenómenos paranormales. Consideran que ellos mismos u otras personas tienen un “sexto sentido” y cuentan con capacidades especiales telepáticas, premonitorias, perceptivas, adivinatorias, etc. Es frecuente que padezcan ilusiones sensoperceptivas.
A veces presentan despersonalización, se notan a sí mismos como diferentes y difíciles de reconocer. También es frecuente la desrealización, sienten que el entorno es extraño y diferente, ven la realidad cambiada.
Hacen interpretaciones inadecuadas o delirantes de percepciones o sucesos normales, los consideran como especiales con un significado particular relacionado con su pensamiento mágico. Consideran que los demás los acosan, los persiguen, los manipulan o le transmiten un mensaje de un modo simbólico.
Tienen ideas de tipo autorreferencial, piensan que todo gira en torno a ellos. Hay desconfianza, sospecha y suspicacia. En sus relaciones sociales tienen problemas, son muy susceptibles a comentarios, criticas o conductas de los demás, sean reales o imaginarias.
Son personas frías y distantes con pocas habilidades sociales y de comunicación. Su lenguaje es vago, extraño y metafórico, es difícil que otros se sintonicen con ellos. Generalmente viven en un aislamiento social o se integran a pequeños grupos que aceptan las alteraciones de pensamiento y sensopercepción.
Frecuentemente presentan ansiedad, irritabilidad y alteraciones del estado de ánimo, frecuentemente depresivos.
Las características generales son:
1.    Pensamiento mágico.
2.    Tendencia a la fantasía.
3.    Ilusiones y errores sensoperceptivos.
4.    Interpretaciones inadecuadas de sucesos normales.
5.    Dificultades en las relaciones sociales.
6.    Comunicación verbal peculiar. Frialdad y distanciamiento afectivo.
7.    Despersonalización y desrealización.

Elaboración de duelo
Para estos sujetos es difícil estabilizar sus emociones, ante una pérdida se les dificultaría expresarlas. Presentan un distanciamiento afectivo y el significado que le darían a la pérdida tendría que ver con otros intereses, no tanto con la parte emocional.
La tendencia al pensamiento mágico los puede llevar a crear ideas falsas acerca de la pérdida, dándole un significado especifico. Pueden hacer interpretaciones inadecuadas o delirantes del suceso, refugiándose en la fantasía. Pueden comenzar a desarrollar su “sexto sentido”, por ejemplo.  Es probable que crean que la pérdida se dio por su culpa y crearse ideas fantasiosas.
Son personas frías y distantes, no tienen demasiadas habilidades de comunicación, lo que dificultara la red de apoyo. Pero si forma parte de un grupo, le puede ayudar.

Personalidad dependiente
Se caracteriza por dejar a los demás las decisiones y responsabilidades propias. Hay un retraimiento social no deseado y baja autoestima. Son sujetos con una excesiva y generalizada necesidad de ser cuidados que conduce a una conducta sumida y dependiente, temiendo ser abanados.
Se perciben a sí mismos como inadecuados y desvalidos, sintiéndose incapaces de enfrentarse solos al mundo. El mundo es un lugar frío y solitario donde manejarse uno solo es imposible. Reclaman la constante presencia de otra persona.
Se caracterizan por ser pasivos, sumisos y dóciles. Tratan constantemente de agradar al otro para no ser abandonadas, la asertividad y la confrontación con el otro están excluidas de su repertorio conductual. Prefieren la armonía en sus relaciones, cuando se producen desacuerdos tienden a disculparse inmediatamente, incluso sin tener la culpa.
Sus gestos, voz y amaneramientos ocultan una gran falta de confianza en sí mismos, pueden hablar tan suavemente que ni siquiera se les oiga. A veces se vuelven infantiles para atraer el cuidado de los demás.
Son personas ingenuas, confiadas en los demás, su actitud es muy ingenua a la hora de enfrentarse a las dificultades interpersonales, quitando importancia a los problemas y suavizando las situaciones perturbadoras.
Pueden abrumar al otro con sus demandas, volviéndose vulnerables al abandono. Exigen activamente que se les acompañe a cualquier sitio al que acuden.
Renuentes a tomar decisiones cotidianas a menos que cuentes con el consejo y apoyo  de otras personas. Prefieren que los demás tomen las decisiones importantes por ellas.
Suelen estar de acuerdo con todo el mundo, independientemente de lo que ellos opinen. Prefieren estar de acuerdo con los demás que discrepar para evitar conflictos.
Se preocupan por los demás en exceso, y anteponen la felicidad de los demás a la suya para evitar perderlos. Siempre están ayudando y dando y se comprometen intensamente en las relaciones con los demás. Viven su vida a través de los demás, son sujetos cálidos, tiernos y muy considerados.
Les cuesta iniciar proyectos o hacer cosas por ellos mismos. Piden consejos continuamente y se unen a personas que percibe como competentes para que les ofrezcan su ayuda y les orienten.
Si se muestran competentes es fácil que los demás les obliguen a dirigir su vida y esto les asusta. Prefieren que las cosas continúen como siempre y estar en una “eterna niñez”.
Su malestar es muy intenso cuando están solos, pasan por situaciones indeseables con tal de tener la compañía del otro. Piensan que sin el apoyo de los demás están perdidos, se encierran en sí mismos y se vuelven tensos, tristes y abatidos.
Se sienten fácilmente heridos por la crítica y la desaprobación de los demás. Carecen de autoconfianza, no confían en sus posibilidades a la hora de solucionar problemas.
Si las relaciones corren peligro, se vuelven terriblemente conciliadores y se sacrifican en exceso, dando pié a que se abuse de ellos. Dan la impresión de ser débiles y de que la fortaleza es del otro.  Cuando una relación termina se sienten desvalidos y desesperados, su única alternativa es encontrar a otra persona de la que puedan depender.

Elaboración de duelo
Para estos sujetos la pérdida puede llevarlos a una depresión, dependiendo de lo que se haya perdido.
Este hecho los haría sentir abandonados y tratarían de encontrar a alguien rápidamente que ocupe el lugar de esa pérdida, sin elaborar completamente el proceso de duelo. Es probable que se quede con muchas culpas y se culpe, de alguna u otra manera, por el suceso.
Se pueden volver más infantiles para atraer excesivos cuidados de los demás y esto los lleva a compensar la ansiedad ante la pérdida. La dificultad para enfrentarse a los problemas los puede llevar a una larga etapa de negación.

Personalidad narcisista
Se caracteriza por sentimientos de grandiosidad. Ante las críticas, reaccionan con sentimientos de rabia, vergüenza o humillación, aunque a veces pueden no expresarlos.
Son sujetos que se consideran especiales, mejores y más importantes que los demás y exageran sus logros y sus talentos. Esperan que los demás se den cuenta de su importancia y los elogien y admiren. Suelen reclamar constantemente la atención y admiración de los demás. Pasan mucho tiempo hablando de sí mismos, de sus logros, habilidades, conexiones especiales, o posesiones y tiende a quejarse de los defectos de los demás.
Consideran que tiene más derechos que los demás y que deben ser tratados de modo especial en todo momento y por parte de cualquier persona.
Su hipersensibilidad ante lo que puedan opinar los demás, los lleva a estar muy pendientes tanto de los elogios como de las críticas. Las críticas los afectan demasiado, sienten incertidumbre y necesitan continuamente confirmar su superioridad buscando los elogios de los demás. Cuando miran al futuro, se ven a sí mismos realizando fantasías grandiosas.
Su aspecto suele ser muy cuidado y dedican una atención continua a su ropa, su cabello y su apariencia general. Los pequeños defectos físicos hacen que reaccionen de una manera exagerada.

Las características generales son:
1.    Egocentrismo.
2.    Autoimportancia y autoidealización.
3.    Necesidad de admiración.
4.    Necesidad de originalidad.
5.    Afán de fascinación.
6.    Inestabilidad emocional.
7.    Incapacidad afectiva.
8.    Falta de naturalidad y espontaneidad.
9.    Exagerada tendencia a la fantasía.
10. Despreocupación por los intereses de los demás.
11. Alteraciones de la psicosexualidad.

Elaboración de duelo
Ante una pérdida, estos sujetos podrían intensificar la necesidad de que los demás se preocupen por sus carencias. Debido a su baja autoestima, es probable que se sientan abandonados y esto los lleve a una depresión o hipocondría. Ante la frustración tal vez exija mayormente que sus necesidades sean cumplidas.
Los sujetos pueden realizar acciones peligrosas que lo lleven a mitigar sus sentimientos, buscan experiencias de satisfacción sustitutiva para compensar sentimientos de angustia y estados displacenteros.
Personalidad antisocial
Se presenta una conducta antisocial continua y crónica. Se caracteriza fundamentalmente por la agresividad, la tendencia a comportamientos impulsivos o explosivos y por dificultades de adaptación e integración social.
Lo habitual es que estas personas hayan presentado ya ciertas características específicas durante su infancia. Han sido niños rebeldes, crueles, mentirosos, vagos, propensos a las riñas y peleas, a la delincuencia juvenil, al vandalismo y consumo de alcohol y drogas. Cuando se integran dentro de grupos de jóvenes estos son marginales, sub o contraculturales. Desarrollan en grupo conductas delictivas y antisociales.
Son muy frecuentes las disputas y problemas escolares, tanto referidos a los compañeros como a los profesores, y su intolerancia a la disciplina del centro académico ya que son incapaces de asumir y respetar las normas de la escuela, no estudian y a menudo faltan a clase. Cambian frecuentemente de colegio y su nivel educativo suele ser deficiente, a pesar de que la gran mayoría de los casos su inteligencia no es inferior a la normal.
Se da con más frecuencia entre los varones, especialmente si viven en un ambiente familiar inestable o marginal, en el que se les presta poca atención, vigilancia o cariño, se hace demasiada vida de calle o reciben malos tratos por parte de los padres.
Se trata también de una alteración común en niños sobreprotegidos y mimados de familias en donde viven logrando de inmediato cualquier capricho, siendo educados con una excesiva liberalidad, tolerancia, casi sin ningún tipo de disciplina.
Las familias o ambientes en los que existe un clima de falta de disciplina personal, de interés por el juego, en los que se valora más lo obtenido sin esfuerzo, el engaño en provecho propio, los comportamientos aprovechados, la picaresca infantil, etc., también facilita que el niño vaya desarrollando una personalidad antisocial.
Con el paso de los años, se añade una incapacidad para mantener un rendimiento laboral aceptable por absentismo laboral excesivo e injustificado, y dificultad de adaptación a las obligaciones, normas y responsabilidades de cualquier puesto de trabajo. Como consecuencia, les despiden o abandonan ellos mismos el empleo, aunque necesiten los ingresos que les proporcionan y no tengan otra oferta mejor. Estos cambios laborales, alternan con periodos prolongados o definidos en que no se realiza ninguna actividad.
No son capaces de abordar adecuadamente otras responsabilidades propias de la edad adulta. Son personas impulsivas e imprudentes, más que por desprecio de riesgo, por no tener plena conciencia del mismo.
Pueden gastarse en caprichos personales o en el juego dinero imprescindible para la subsistencia elemental de la familia. Tienen una marcada tendencia a contraer deudas que después no satisfacen y a no asumir sus obligaciones financieras. El alcoholismo o la drogadicción pueden tomar un curso crónico, y con facilidad caen en el tráfico de drogas.
Su carácter impulsivo y agresivo les conduce a numerosas disputas y peleas, tanto con personas desconocidas como con sus familiares y seres más próximos.
Esta agresividad se puede dirigir a veces hacia sí mismos, conduciéndoles a realizar actos autolesivos violentos de forma impulsiva, aunque estos no suelen ser tan graves como para causarles la muerte.
En el plano afectivo, estas personas no están capacitadas para dar y recibir cariño, por lo que no consiguen, ni intentan, mantener durante un mínimo de tiempo relaciones íntimas, cálidas y responsables. Si se casan, al cabo de poco tiempo suele producirse el divorcio o la separación. Curiosamente, no es raro que su pareja tenga a su vez, un trastorno de la personalidad, o una personalidad histérica.
La mayoría de estas personas han tenido sus primeras relaciones sexuales a edades muy precoces, estando su psicosexualidad generalmente alterada. Abundan entre ellos las conductas sexuales promiscuas, la prostitución, y la homosexualidad o bisexualidad. También son más comunes entre ellos el estupro, el incesto y las desviaciones sexuales, particularmente el sadismo sexual, y los delitos sexuales que implican agresividad, como, por ejemplo, la violación.

Las características son:
1.    Carácter irritable, agresivo y explosivo.
2.     Ausencia de adecuada planificación en asuntos importantes.
3.    Dificultades en el autocontrol de los impulsos.
4.    Dificultad para dar y recibir afecto.
5.    Ausencia de sentimientos de culpa y remordimiento.
6.    Egoísmo. Despreocupación, desinterés por los demás.
7.    Inestabilidad laboral y afectiva.
8.    Dificultades de adaptación e integración social.
9.    Desprecio por las normas sociales comúnmente admitidas.
10. Conductas delictivas y antisociales.
11. Consumo de alcohol y drogas. Tráfico de drogas.
12. Incapacidad para asumir obligaciones y responsabilidades.
13. Conductas imprudentes y de riesgo.
14. Desprecio de la verdad. Mentiras y engaños en provecho personal.
15. Promiscuidad sexual. Prostitución.
16. Homosexualidad. Bisexualidad. Desviaciones sexuales. Delitos sexuales.

Elaboración de duelo
Son sujetos con incapacidad para dar y recibir afecto, por lo tanto no hay apegos grandes. No hay interés por las demás personas, son muy egoístas y piensas que lo que les pase a los demás es porque se lo merecen. Para ellos las cosas “simplemente suceden” y no hay sensación de remordimiento o culpa. La sociedad les parece hostil y es probable que ante una pérdida, el sujeto busque a algún culpable y trate de afectarlo de alguna manera. Buscará a alguien más para que asuma las obligaciones y evitarse responsabilidades. Son fríos emocionalmente y tiene un sentido incorrecto de la propiedad, para ellos nunca se posee nada; es probable que no vean una pérdida como propia.
Estos sujetos no terminan proyectos, el proceso de duelo puede ser lento. Los grupos de autoayuda no les sirven.
                                                                                                                                    
Personalidad pasiva – agresiva
Se caracteriza por una actitud pasiva, particularmente, en lo que se refiere en las obligaciones esenciales que cualquier persona tiene que asumir en la vida.
El término agresivo hace referencia a la agresión encubierta que subyace generalmente en estas personas, la expresan indirectamente a través de su resistencia a colaborar o cumplir un papel dentro de su familia o de la sociedad. No obstante, no se suele evidenciar abiertamente esta conexión entre su pasividad y un auténtico resentimiento hacia determinadas personas o hacia la sociedad en general.
Son personas apáticas, dan la impresión de que nada les interesa. Cuando sus padres o los responsables en el trabajo les exigen que hagan la tarea que les han encomendado o que cumplan unas labores elementales, suelen reaccionar con irritabilidad, para continuar en la misma actitud que antes.
Son lentos, torpes, ineficaces. Pierden el tiempo, a veces deliberadamente, con el fin de irritar a los demás o de evitar que se les vuelva a encomendar esa tarea. Si se les recrimina, se asombran y se enfadan, piensan que hacen las cosas mucho mejor de lo que los demás dicen.
Desprecian la postura de autoridad, aunque estas sean completamente razonables. Critican a los que les exigen o amonestan, entre burlas abiertas o a su espalda.
Carecen de sentido de la responsabilidad. Se pueden olvidar de tareas importantes, retrasarse y hacer las cosas fuera de plazo, etc. Generalmente tienden a aplazar cualquier actividad que no les resulta grata, y si lo hacen es a costa de un gran esfuerzo. Su falta de constancia y voluntad, unida a estos comportamientos irresponsables, hacen que tengan graves problemas escolares y laborales, hasta el punto que no son capaces de terminar los estudios o de mantener un puesto de trabajo.
Son conscientes de los problemas que por su actitud, pueden tener en el futuro, siendo pesimistas en lo que a este se refiere; a pesar de lo cual y de los buenos consejos que les suelen dar las personas más allegadas, continúan con el mismo proceder.
Lo más común es que no sean capaces de mantener una independencia social y sobre todo económica, viviendo generalmente, a costa de otros. Organizan su vida estableciendo dependencias de otras personas o instituciones.
Su falta de actividad, su apatía y desinterés por casi todo, su progresiva inadaptación social y laboral, su profunda insatisfacción, etc, hacen que recurran con frecuencia a las drogas o al abuso del alcohol. Muchas de estas personas terminan convirtiéndose en alcohólicas o drogadictas. También son frecuentes entre ellos las depresiones.
Características de la personalidad pasiva agresiva:
1.    Desinterés y falta de estímulos.
2.    Apatía y pasividad.
3.    Ineficacia laboral y social, a veces intencionada.
4.    Tendencia a aplazar cualquier tarea u obligación.
5.    Frecuentes pérdidas de tiempo.
6.    Irresponsabilidad.
7.    Tozudez.
8.    Olvido, a veces intencionado, de las tareas encomendadas.
9.    Excesiva dependencia de otras personas.
10. Escasa receptividad hacia opiniones de los demás.
11. Irritabilidad.
12. Incapacidad o negativismo para asumir obligaciones.
13. Resentimiento o desprecio hacia personas con más autoridad.

Elaboración de duelo
Es posible que los sujetos tomen el papel de alguien que sufre demasiado ante la pérdida. Recordando las cosas maravillosas del pasado vividas junto a ese objeto pero a la vez, enfrentado una necesidad de desvalorizarlo para encontrar la justificación.
Buscarán a alguien que asuma sus obligaciones esenciales, tomando una actitud pasiva. Su dependencia aumentará, esperanto que alguien tome el papel de cuidador. Es probable que se aparten de la gente, que eviten el contacto para demostrar su actitud agresiva. No evidenciara sus emociones ante la pérdida, como si nada les interesara y se mostrarán de una manera muy apática. 
Pueden recurrir al uso de drogas como una manera de aliviarse a sí mismos evitando mostrar sus emociones a los demás, agrediéndose a él mismo con el fin de agredir a la sociedad. Es probable que muestren una mayor apatía y pasividad, hasta llegar a una depresión.


Personalidad histriónica
Se caracteriza precisamente por esta tendencia a la teatralidad, que procede de una exagerada necesidad de ser admirado y estimado por los otros. Presentan una conducta reactiva, expresada intensamente. Egocentrismo y manipulación de los demás.
Tienden a llamar la atención de los demás en sus opiniones, en su forma de vestir, de comportarse, exagerando sus sentimientos, perdiendo el autocontrol, etc. Dan la impresión de estar representando un papel, aunque generalmente lo hagan de forma inconsciente.
Les aburre y desespera lo rutinario, todo lo que suponga monotonía. Tienen un exagerado afán de novedades que les sirvan para sentir la vida profundamente, para vivir intensamente, sobre todo en el terreno amoroso y afectivo. Se muestran muy activos en la búsqueda de experiencias novedosas, excitantes, diferentes.
Odian lo normal, lo interpretan siempre como vulgar y valoran como aburrido y despreciable. Su profundo egocentrismo les lleva siempre hacia lo raro, lo diferente, lo inaudito, de este modo pueden atraer sobre sí la atención de los otros, y sentirse distintos, lo que para ellos equivale a decir superiores, geniales.
Son muy dados a las fantasías, a soñar despiertos, a intentar vivir una vida de novela. Este uso exagerado e inadecuado de la imaginación, en forma de evasión o para realizar deseos insatisfechos o inalcanzables, les aleja paulatinamente de la realidad, conduciéndoles a un mundo privado y distante, desde el cual la realidad siempre resulta insuficiente. Suelen ser grandes insatisfechos.
Pueden ser personas muy creativas, pero no en el aspecto intelectual. Su creación se encamina más al terreno artístico, particularmente en los campos donde resulta importante la expresión artística. Sus planteamientos son más intuitivos, afectivos, inspirados, que intelectuales, reflexivos, razonados.
Suelen ser muy sugestionables e influenciables, en las que los argumentos afectivos dominan a los racionales. Metafóricamente, se podría decir que su corazón domina su cerebro.
En sus relaciones con las personas desconocidas o con las que tienen poca confianza suelen mostrarse atentos, agradables, cálidos, encantadores, aduladores y seductores, aunque se percibe en ellos la inautenticidad. Pretenden agradar y recibir de este modo una aprobación y alta valoración de los otros, lo cual les resulta imprescindible para incrementar la imagen que tienen de sí mismos, su autoestima.
Buscan y agradecen siempre los halagos de los demás, soportando muy mal sus críticas, a pesar de que digan frecuentemente que no les importan lo más mínimo las opiniones ajenas. Muestran hipersensibilidad emocional y afectiva que procede de una profunda inseguridad en sí mismos.
Les resulta fácil idealizar rápidamente a algunas personas que acaban de conocer, aunque al cabo de poco tiempo, por un pequeño detalle, se ven profundamente decepcionados por éstas, pasando de una exagerada idealización a la infravaloración más cruel y despiadada.
Con las personas de la familia o de más confianza, son vanidosos, caprichosos, desconsiderados, exigentes, despectivos, hirientes, a veces crueles en sus comentarios. Tienden a culpar siempre a otros de sus frustraciones o problemas, reaccionando frecuentemente con explosiones de ira irracional e injustificada.
Intentan manipular a los demás en su beneficio, recurriendo a chantajes afectivos, entre los que cabe destacar las amenazas o tentativas de suicidio.
Sus relaciones humanas son superficiales, insanas, inestables, poco sinceras. Culpan a los otros, a la sociedad, al mundo, a la mala suerte, incapaces de admitir que el fallo está en su propio comportamiento, por lo que rara vez rectifican.
Conduce, en algunos casos, al abuso de alcohol o de otras drogas. Para compensar los descensos bruscos del estado emocional que suelen padecer ante una frustración, un comentario desfavorable de otras personas, etc. Pueden ser un refugio, servir para aumentar la autoestima o aliviar los síntomas ansiosos o depresivos.
Principales características de la personalidad histérica:

1.    Tendencia a la teatralidad y al dramatismo.
2.    Exagerada necesidad de estimación ajena.
3.    Tendencia a llamar la atención.
4.    Egocentrismo.
5.    Hipersensibilidad emocional.
6.    Predominio de lo afectivo sobre lo racional.
7.    Tendencia a enfrascarse en fantasías.
8.    Sugestionabilidad.
9.    Excesiva dependencia de la opinión de los demás.
10. Escaso autocontrol emocional.
11. Tendencia a manipular a los demás y al chantaje afectivo.
12. Inestabilidad emocional.


Elaboración de duelo
Es posible que los sujetos pierdan el autocontrol ante una pérdida, exagerando la situación debido a su necesidad excesiva de ser estimados por los demás. Se refugiaran en la fantasía como forma de evasión ante la situación, alejándose del el resto.
Su hipersensibilidad emocional y afectiva les puede llevar a una depresión mayor, tal vez busquen refugio en alguna sustancia. Es probable que tengan sentimientos ambivalentes ante la pérdida, al idealizar a la persona la amará pero al dejarlo abandonado, lo verán como alguien muy cruel y despiadado.
 Buscaran a algún culpable y se volverán exigentes con los otros, utilizando la pérdida como chantaje para poder  manipularlos y bajar su ansiedad.

Personalidad por evitación
Se caracteriza por una hipersensibilización al rechazo y a la humillación, retraimiento social no deseado y  baja autoestima.
Los sujetos se valoran muy poco a sí mismos y tienen una sensibilidad exagerada frente a los comentarios y comportamientos de los otros, viviendo sucesos triviales como agresiones o humillaciones que les resultan particularmente insoportables y que les llenan de vergüenza y desasosiego interior, sintiéndose indefensos u sin recursos psicológicos para lograr salir de este tipo de situaciones, que les crean una gran ansiedad.
Tienden a evitar todo tipo de reuniones sociales, por miedo a que en éstas no se les vaya a prestar una atención suficiente, a quedar en ellas aislados o avergonzados por cualquier motivo. Sin embargo, las relaciones sociales les importan e interesan mucho, aunque no acuden a ellas ni no están seguros de que recibirán suficientes muestras de afecto y aceptación social. Cuando es así, se muestran particularmente felices y satisfechos.
Han sufrido una o varias situaciones de intensa vergüenza, crítica o rechazo social, durante la infancia o juventud, quedando estas personas, desde entonces, especialmente sensibilizadas.
Cada nueva relación social vivida como amenaza o fracaso, les supone una sobrecarga de ansiedad y una devaluación de la idea de la propia valía, aumentando los sentimientos de inferioridad y culpa, entre reproches exagerados e injustificados, ya que suelen hacer referencia a comportamientos o errores totalmente banales.
 Las características son:
1.    Exagerado temor al rechazo social.
2.    Baja autovaloración y autoestima.
3.    Excesiva dependencia de las actitudes de los demás.
4.    Sobrevaloración de las relaciones sociales.
5.    Tendencia desproporcionada a la autoinculpación.
Elaboración de duelo
Es probable que ante una pérdida, estos sujetos se aparten de la sociedad. Pero pueden buscar a una persona para evitar sentirse aislados y tener a alguien que les preste atención. Es probable que se enojen con el objeto perdido debido a que “los abandonó”. Tal vez se sientan indefensos ante el hecho, creando una gran ansiedad que les impida la elaboración de duelo.
Probablemente se queden con muchas culpas y se reprochen continuamente. Se debe de formar una red de apoyo y los grupos de auto ayuda les servirían.
La pérdida les confirmará las ideas de un mundo amenazante y esto los llevara a convertirse en personas más vulnerables, aumentado sus miedos.

Personalidad límite
Se caracteriza por una inestabilidad en el estado de ánimo, en la identidad, en la autoimagen y en la conducta interpersonal. Se presenta impulsividad, agresividad, inestabilidad, y comportamientos anómalos e imprevisibles.
Los sujetos actúan de un modo impulsivo, sin reflexionar, reaccionando en algunas ocasiones con una cólera y una agresividad injustificadas e imprevisibles. Esta agresividad pude estar dirigida contra los demás o contra sí mismos, siendo frecuentes las automutilaciones o las tentativas de suicidio. La agresividad se puede acompañar también de comportamientos masoquistas.
La falta de autocontrol puede manifestarse también en forma de gastos inútiles y desproporcionados, comer en exceso, o conductas arriesgadas sin finalidad.
Son comunes los comportamientos antisociales o delictivos en forma de robos, venta de drogas, prostitución, proxenetismo, etc.; y comportamientos sexuales anómalos como promiscuidad, relaciones homosexuales (muchas veces, sin que exista homosexualidad) y parafilias (desviaciones sexuales como paidofilia, zoofilia, sadomasoquismo, etc.).
Cuando se habla de sus comportamientos tienden a mentir, a negarlos o a intentar justificarlos culpando a los demás. Sus relaciones afectivas son muy inestables, caracterizadas por su intento de manipular a los demás en su propio beneficio, por la dependencia que terminan estableciendo con ciertas personas y por el paso brusco de la idealización a la devaluación de los demás. También son muy inestables en el terreno laboral o escolar.
Suelen sentirse permanentemente con una sensación de vacío interior y de aburrimiento, que refleja una vida interior pobre, primaria y desajustada. No soportan la soledad, necesitando estar continuamente acompañados por alguna persona,  aunque ésta no sea de su agrado. A estos sentimientos se suele añadir una sensación de "despersonalización", es decir, de notarse raros a sí mismos, cambiados, como si no se fuesen ellos mismos; junto con desrealización, teniendo la impresión de que la realidad es distinta, extraña, irreal, como si de repente se hubiese transformado.
Estas sensaciones les conducen a abusar del alcohol o de las drogas, a veces de un modo impulsivo, lo cual aumenta y agrava las complicaciones del trastorno. Es frecuente que terminen alcohólicos o con alguna drogodependencia. Son comunes entre ellos los trastornos depresivos y psicóticos, particularmente las psicosis reactivas breves, muchas veces desencadenadas por el consumo de drogas.

Las características son:
1.    Impulsividad.
2.    Irritabilidad.
3.    Auto y heteroagresividad.
4.    Falta de sinceridad.
5.    Despersonalización y desrealización.
6.    Sentimientos permanentes de vacío y aburrimiento.
7.    Intolerancia a la soledad.
8.    Comportamientos imprevisibles e irresponsables.
9.    Inestabilidad afectiva.
10. Inestabilidad laboral o escolar.
11. Excesiva dependencia.
12. Tendencia al abuso de alcohol y otras drogas.
13. Alteraciones sexuales.

Elaboración de duelo
Ante una pérdida, estos sujetos pueden mostrarse muy irritables y agresivos. Probablemente busquen a un culpable, también se culparán a ellos y comenzaran a castigarse con automutilaciones o cualquier acto masoquista.
Pueden comenzar a comportarse compulsivamente, comiendo en exceso, comprando o realizando cualquier actividad que no los haga enfrentar la realidad.  Los comportamientos antisociales o delictivos pueden aparecer si no hay contención. Probablemente busquen alivio con alcohol y otras sustancias.
En la etapa de negación puede aparecer la despersonalización y la desrealización. Puede presentarse una depresión o un trastorno psicótico  
Son sujetos muy dependientes. Si pierden a alguien de quien depende, buscarán pronto a otra persona para que puede hacerse cargo de ellos. Esta pérdida puede remontarlos a estados de abandono vividos en la infancia.
Los sentimientos de vacío interior aumentarán, mostrando su vida sin sentido.  Corren el peligro de suicidarse ante los sentimientos de ansiedad que le provoque la pérdida.

Personalidad obsesiva - compulsiva
Se caracteriza por perfeccionismo, rigidez, indecisión, excesiva dedicación. Son sujetos rígidos, perfeccionistas, moralistas, inflexibles, indecisos, emocional y cognitivamente bloqueados.
Los sujetos suelen ser demasiado perfeccionistas y meticulosos, perdiendo mucho tiempo en detalles sin importancia. Se sienten mal si no dejan perfectamente concluida una tarea, a pesar de saber que estos cuidados son innecesarios.
Generalmente son ordenados, necesitando tener "todo en su sitio", ya que si no es así se sienten ellos mismos intranquilos, como "desordenados por dentro". Es común que estas personas vayan por la casa ordenando los objetos, colocando bien los cuadros, etc.; soportando mal que algún objeto esté fuera de la posición y lugar que "le corresponde". Paradójicamente, a veces tienen sus cosas en completo desorden, debido a que aún no han podido ordenarlas todas de un modo exhaustivo, ya que para lograrlo necesitan cantidades sorprendentes de tiempo.
Son muy dados a elaborar listas y proyectos de todo tipo, en un afán exagerado de planificación y organización, hasta el punto de perder en actividades innecesarias de este tipo una gran parte de su tiempo.
Esta exagerada necesidad de planificación guarda relación con su inseguridad de fondo. Intentan prever el futuro todo lo posible, con mucha antelación, para así evitar posibles problemas o imprevistos, ya que suelen tener grandes dificultades para adaptarse a estos y para la improvisación. No suelen soportar que alguien intente introducir modificaciones en los planes que han trazado de antemano, a pesar de que íntimamente consideren que estos cambios podrían ser acertados.
Suelen ser muy cumplidores y puntuales, prefiriendo llegar a los sitios con suficiente antelación. Suelen estar sobreadaptados a las normas y a los convencionalismos sociales, que respetan profundamente, convencidos de que es lo más correcto, y atemorizados por lo que los demás podrían decir de ellos caso de no comportarse así.
Evitan a toda costa posibles salidas de tono, cuidando mucho de su aseo, peinado, vestuario, etc., que suele ser discreta, extremadamente clásico y convencional. Su comportamiento con las personas de poca confianza suele ser serio, educado, correcto, respetuoso y con abundantes formalismos. Si alguien que les acompaña incurre en alguna pequeña falta en este sentido, se sienten profundamente mal, pasando una gran "vergüenza ajena", como si ellos se sintiesen un poco responsables de lo sucedido.
Tienen un exagerado sentido de la responsabilidad, agobiándoles por ese motivo las tareas importantes que se les encomiendan, ya que, además, suelen tender a culpabilizarse más de lo que les corresponde y a tener dificultades para tomar decisiones, por un miedo exagerado a equivocarse. Les resulta difícil delegar tareas o atribuciones en los otros. Temen que no sepan realizarlas adecuadamente e insisten en que las lleven a cabo siguiendo su misma sistemática.
Prefieren hacer todo ellos personalmente, o a supervisar minuciosamente las tareas que encargan a los otros, lo que les lleva a veces casi tanto tiempo como si las hubiesen realizado ellos mismos.
Son personas que pueden padecer una depresión como consecuencia de un ascenso profesional que implique una mayor responsabilidad. Generalmente son buenos "segundos", que cumplen de un modo leal y minucioso las tareas que otros les encomiendan, pero suelen tener poca capacidad de iniciativa y resolución como para poder ser líderes.
Suelen ser, por esto, buenos trabajadores, tanto más si tenemos en cuenta que tienen una gran, excesiva, devoción al trabajo y a la productividad. Se suelen sentir mal si dejan una tarea a medias. Casi siempre prefieren aumentar el horario de trabajo.
Son incapaces de cometer engaños, fraudes o pequeños delitos. Son sujetos de confianza, con un escrupuloso, incluso exagerado, sentido de lo ético, de valores sociales, legales y morales. Si tienen creencias religiosas, suelen tener frecuentes escrúpulos religiosos y dificultades con la confesión, ya que piensan, injustificadamente, que no hicieron ésta correctamente.
Son personas de pocos amigos y con poco interés por las relaciones sociales. No les suelen gustar las diversiones comunes y son muy austeros en sus gastos y forma de vida. Sus planteamientos se caracterizan por su rectitud, inflexibilidad e intolerancia.
Su trato suele ser distante, poco afectuoso, severo, convencional, formal, excesivamente rígido, si bien en el fondo suelen ser extraordinariamente sensibles para cuestiones de tipo afectivo con personas cuya relación tengan en cierta consideración. Les resulta difícil mostrarse cariñosos y afectuosos. Suelen ser muy exigentes consigo mismos y con los suyos en materia de responsabilidades, aunque con tendencia a la sobreprotección de los hijos.
Les cuesta mucho tirar objetos fuera de uso o inútiles, por lo que tienden a acumular grandes cantidades de objetos absolutamente inservibles y sin valor de ningún tipo.
Evitan todo lo posible los gastos extraordinarios. Suelen ser poco generosos en sus regalos o con el dinero en general, salvo que piensen obtener de este modo alguna ganancia personal. Suelen ser ahorradores y previsores, en un intento de asegurarse lo más posible su futuro, pero siempre dentro de un clima más bien pesimista. Piensan en negativo, son los que siempre ponen "peros", encuentran fallos, dificultades inesperadas, aunque éstas sean absolutamente improbables.
Presentan una gran dificultad para tomar decisiones. Con un pensamiento exageradamente analítico, tienden a darle excesivas vueltas a las cosas, buscando todos los pros y los contras de una decisión, hasta los más minuciosos e insignificantes, con lo que llega un momento en que se confunden más, aumentando su inseguridad, con lo que son incapaces de decidirse. Si lo hacen, inmediatamente después piensan que han equivocado su elección.
Algunos, a partir de Tellenbach, han considerado la personalidad obsesiva como la más favorable para desarrollar una depresión. Se trataría, según ellos, de la personalidad predepresiva. El pesimismo, la dificultad de adaptación a los cambios y situaciones imprevistas, la falta de diversiones y "válvulas de escape", su hipersensibilidad afectiva selectiva, la tensión que supone para estas personas cualquier responsabilidad y la inseguridad que opera en el trasfondo de su personalidad, etc.; hacen que padezcan con más facilidad un cuadro depresivo, particularmente depresiones monopolares y neurosis depresivas. No obstante, se ha comprobado que otros tipos de  depresiones, como las bipolares, guardan más relación con otros modelos de personalidad.
Con mucha frecuencia, este tipo de personalidad puede terminar en una neurosis obsesiva-compulsiva. Esta se caracteriza fundamentalmente por la presencia de ansiedad, junto con obsesiones y compulsiones.
Las obsesiones consisten en ideas, pensamientos, imágenes, etc., extrañas y absurdas, que acuden involuntariamente y con perseverancia a la mente de estas personas, sin que puedan librarse de ellas. Es algo parecido a un fenómeno muy común que le ha sucedido a casi todo el mundo en alguna ocasión, a esa canción o fragmento musical que espontáneamente viene repetitivamente a la cabeza sin motivo alguno y con insistencia.
El contenido de las obsesiones suele ser desagradable, aunque a veces es indiferente. Generalmente, su contenido molesta, incluso aterroriza a la persona que las padece, como la idea de poseer una enfermedad incurable, de presentir una desgracia, de dañar impulsivamente a un ser querido, de suicidarse, pensamientos aberrantes en el terreno sexual o religioso, etc. Los contenidos que pueden tener son extraordinariamente variados.
La aparición de las obsesiones, produce en estas personas una mezcla de miedo y desprecio hacia sí mismas que en ningún caso está justificado, ya que este tipo de contenidos no significa que ellos puedan llegar a realizarlos, sino más bien todo lo contrario, ya que son ideas ajenas, contrarias al "yo", que están fuera de su intencionalidad y voluntad. En otros casos las obsesiones tienen un contenido menos dramático, pero siempre torturan en mayor o menor medida a quien las padece.
Las compulsiones son conductas repetitivas e intencionadas que se utilizan como solución para deshacerse de las obsesiones. Suelen tener un carácter absurdo y mágico, que es perfectamente reconocido por el que las padece, a pesar de lo cual le resulta muy difícil de dejar de realizarlas. Por ejemplo, ante la presencia de ideas obsesivas obscenas, éstas se intentan eliminar mediante una compulsión que consiste en toda una serie de movimientos rituales y específicos. 
Principales características de la personalidad obsesiva:

1.    Meticulosidad.
2.    Perfeccionismo.
3.    Escrupulosidad.
4.    Descuido de lo fundamental por lo accesorio.
5.    Excesivo afán por el orden.
6.    Tendencia excesiva a la planificación y previsión.
7.    Pesimismo.
8.    Dificultad para adaptarse a situaciones nuevas.
1.    Hiperadaptación social.
2.    Tendencia a la autoacusación.
3.    Hiperresponsabilidad.
4.    Dificultad para delegar responsabilidades.
5.    Estilo de vida austero.
6.    Tendencia a la hipercrítica.
7.    Severidad. Intolerancia. Inflexibilidad.
8.    Alto nivel de exigencia.
9.    Tendencia a pensamientos y análisis exhaustivos.
10. Inseguridad. Indecisión.
11. Trato correcto, pero frío y distante.

Elaboración de duelo
Esta personalidad probablemente es una de las se ve mayormente afectada ante una pérdida.
Quizá los sujetos aumentarán notablemente sus obsesiones y compulsiones. Este hecho los remontará al miedo a morir que se dio en la infancia, se sentirán completamente vulnerables ante la muerte,  de esta manera también verán a la gente que los rodea.
Tendrán preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida cotidiana. Las ideas excesivas e irracionales los llevaran a tener un malestar significativo, interfiriendo su rutina. El aumento de ansiedad será muy evidente, les impedirá realizar una vida normal y es probable que necesiten que alguien se haga cargo de ellos.  


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